lunes, 26 de enero de 2009

Estúpido velo

Hace tres años no me conocías y uno después te convencí para que te enamoraras de mi.

No hizo falta me embaucaras con esa mirada de niño crédulo ni que tu boca se aferrara a la mía desde las almenaras a la médula para estar dispuesta a vencer cualquier contratiempo.

Han pasado 6 meses desde que te marchaste, 183 días desde que me impuse aprender de las lecciones aprehendidas, pero a ningún maestro parece importarle el transcurso del pupilo cuando no lo merecía.
"Te quiero, pero no soy feliz", el consuelo era que el milagro volvería a producirse. Nunca antes vi un ángel, jamás creí fehacientemente Qué bello es vivir.

Deslicé pues un estúpido velo entre tú y yo, dejé caer el telón de esta obrita sin función. Y nuestros dorsales se despegaron como la tirita de una herida, sigo contando los segundos sin tu compañía.

Dice la Dra sólo la muerte de un ser querido es mayor que la pérdida de uno que esté vivo.
Me quedé sin trabajo, con una hipoteca irrisoria y con las paredes de una casa que llevaban el eco de tu voz de un extremo a otro buscándote.

Evito lo irremediable, recordar la complicidad de dos amantes, procurando llenar la cama de susurros que no son los tuyos. Escondí la cabeza como una avestruz bajo las sábanas que nos arroparan para reavivarlas como las llamas de una hoguera que se ahoga en sus cenizas, mas sólo di con los gemidos de los vecinos que aún se aman.

Y me siento torpe, cada vez un poquito más sola, menos ilusionada, tan gris como estos días que pronto también me abandonarán. Mejor será a verlo todo blanco o negro, quitarme esta venda de los ojos y a ti del pedestal que nunca aclamaste.
Siguen pasando las hojas del calendario y muriendo el recuerdo de algo que debiera estar ya olvidado

2 comentarios:

Katrina Van Dassos dijo...

La soledad es un poliedro, y es difícil que haya contenido en todas sus caras. Aunque alguna de ellas esté vacía, lo podemos hacer girar y ocultar esa ausencia.
¿Sabe usted los dados de 100 caras? Pues eso mismo, sigamos lanzándolo hasta que, sorprendentemente, la cara en blanco aparezca coloreada.

One.

Abraham Arturo dijo...

LA SOLEDAD NO EXISTE, PORQUE SIEMPRE EXISTIRA ALGUIEN DESCONOCIDO DISPUESTO A CONOCERTE Y SI NO ES ALLI SERA AQUI Y SI NO, NUEVA AMIGA, MAS ALLA...