jueves, 12 de marzo de 2009

FELIZ COMO UN CONSISTORIO RABANERO

No tengo tiempo como el conejo de Wonderful Alice, me he ido, he abandonado mi anterior rutina para renovarla con una un paisaje de llanura fértil surcada por una autovía despejada que me lleva y trae por por el camino de un dulce estres. Arriba puertollaneros!!

Tecleo para otros que si no me leen, me llevan en sus brazos y airean por esta Real Ciudad. Es íncreíble la desconexión sufrida en tan sólo cuatro días. A mi llegada la noche del domingo pensaba que el alumbrado tenía una perceptible desincronía, pero son las farolas ante los pasos de cebra que parpadean para alertar de los apacibles viandantes.
Comparto piso y mi habitación es pequeña, pero disfruto sin tener absolutamente nada más que trabajo, trabajo que disfruto. Una cama y un armario empotrado; yo con mi maleta y un televisor mayor que la mesilla de noche. La luna me visita cada noche por el resquicio del patio interior sin que la busque y vigila mis sueño. Corro de nuevo, el mañana se acerca

1 comentario:

Katrina Van Dassos dijo...

No se imagina usted lo que me alegra todo esto.

Me llena de orgullo y satisfacción, ahmica.

Yo también veo la luna con el maca nocturno, a ver si la veo reflejada a usted esta noche.
Un beso.